El rey del e-commerce se ve amenazado por el gigante de
los buscadores que buscará atraer más consumidores cobrando a los
retailers que se listen en Google Shopping. En esta guerra por dominar
el mercado, los pequeños jugadores y los consumidores se podrían ver
perjudicados.
Tanto Google como Amazon han iniciado una guerra silenciosa por
hacerse con el dominio del e-commerce. Aunque en el primer caso se trate
de una compañía focalizada en su buscador y en sus servicios web,
Google Shopping podría opacar a Amazon: tiene con qué.
A pesar de la creación de esta nueva unidad de negocios, Amazon sigue
siendo el lugar ideal para comprar online, al menos según los
consumidores. Pero la decisión de Google de cobrar a servicios de
terceros para incluirlos en los resultados del buscador de Google
Shopping podría cambiar el panorama.
Desde la compañía de Mountain View dicen que esta nueva política
ayudará a mejorar los resultados porque las empresas listadas
actualizarán más frecuentemente su información si saben que están
pagando.
Argumentan que el servicio había sido contaminado por listas de
productos que ya no existían o por precios de envío engañosos. Al
requerir a las compañías que paguen un pequeño importe, Google se
asegura “de que la información sea de mayor calidad”.
Algunas empresas minoristas están de acuerdo con esta explicación
pero otras han comenzado a preocuparse. En este caso, dicen que la mejor
opción será reducir las listas y por lo tanto, los productos que los
compradores pueden ver online. Se perjudica, de alguna manera, toda la
cadena de compras. Desde ese rincón del ring dicen que las razones de
Google son inválidas y que solo quieren hacer más dinero.
Lo cierto es que al hacer más ricas las listas de productos y
precios, Google quiere quitarle compradores valiosos a Amazon. No va por
el dinero de los retailers sino por el gran tesoro, que es el dominio
del e-commerce. Por lo pronto, Amazon está ganando la batalla por la
lealtad de sus consumidores pero entiende que Google es una amenaza y
retiró sus productos de Google Shopping. Si se busca, por ejemplo,
“Kindle” en el buscador especifico, solo mostrará resultados de
megatiendas como Best Buy o eBay.
Las cifras, una tendencia a favor de Amazon: según una encuesta de
Forrester Research realizada en 2009, un cuarto de todos los compradores
comenzaban sus búsquedas a través de Google; 18% entraba directamente
por Amazon. Dos años después, un tercio de los consumidores comenzaba su
búsqueda en Amazon y solo 13% lo hacía en Google. Buscadores de
productos como Amazon crecieron 73% en el último año, mientras que
Google Shopping no ha experimentado ese impulso.
El cambio de Google Shopping en cuanto a sus tarifas comenzará a
regir a fines del verano anglosajón. No es el primero, sin embargo, en
comenzar a hacerlo: otros buscadores que ofrecen listas de compras, como
Yahoo Shopping, Nextag y PriceGrabber también cobran por el servicio.
Pero la mayoría de los retailers dicen que Google es la fuente más
importante para los compradores online y, por lo tanto, si no pueden
pagar, serán relegados del mercado.
Desde Google dicen que los comercios más pequeños tendrán beneficios
que las grandes empresas no: podrán pagar por click o por compra. Lo
cierto es que son rehenes de una pelea más grande que ellos.
Fuente: Mercadeo
Atentamente,
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