Parece que en los EEUU, lo de llamar al testigo sorpresa está dejando de ser el as en la manga de los abogados. Ahora lo que se lleva es recurrir a Facebook en busca de pruebas.
Muchas veces se nos recuerda que tengamos cuidado con lo que colgamos en Facebook, más que nada por aquello de la privacidad y por no hacer público nada que nos pueda colocar en un compromiso. Sobre todo si por algún motivo acabamos en un juicio.
En Estados Unidos, explorar el perfil de una persona en la red social en busca de pruebas está empezando a convertirse en una estrategia de abogados y fiscales, hasta el punto que incluso algunos jueces permiten acceder a la parte privada de los perfiles si se trata de desenmascarar a un mentiroso.
Esta táctica es utilizada con frecuencia en los juicios civiles relacionados con accidentes y lesiones.
Como un caso reciente de una mujer en Nueva York que había denunciado a un fabricante de muebles: supuestamente se había quedado en una silla de ruedas tras caerse de una silla defectuosa. El juicio lo perdió al encontrarse en Facebook unas fotos que la mostraban en plena forma con su familia en las mismas fechas.
En otro caso se trataba de un piloto que denunciaba a los propietarios de una pista de carreras; había sufrido un accidente que aparentemente le había hecho “dejar de disfrutar de la vida”. Pero algunas fotos en las que parecía sonriente en viajes y varios comentarios echaron por tierra sus reclamaciones.
En todo esto, claro, entra en juego el asunto de la legalidad y la privacidad de los datos personales. Según la Ley de Protección de las Comunicaciones, las redes sociales no tiene motivo para difundir comentarios, fotos o cualquier otro dato privado a no ser que se haya un delito de por medio.
La forma de conseguir acceso a estos datos es la siguiente: los abogados defensores piden al juez que haga firmar a los demandantes un formulario de consentimiento para acceder a sus datos personales en las redes sociales, ya que si sus demandas son ciertas no tienen por qué tener nada que ocultar. De esta forma, se envía el formulario a la red social y ésta puede ceder los datos requeridos sin motivos legales para negarse.
Fuente: www.baquia.com
Atentamente,
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