He de confesar que tenía pensado titular este artículo El lado oscuro de Facebook, pero lo descarté por que no era suficientemente descriptivo. Sin embargo, si me sirve para agrupar todas aquellas molestias, la mayoría producidas por malas prácticas, que muchas veces nos hacen odiar la red social más grande del mundo.
Hablo de una serie de aspectos que pueden llevarnos al agotamiento, debido, por ejemplo, a la insistencia de contactos con determinadas aplicaciones o mensajes en nuestro feed, pero también de temas más espinosos como la polémica privacidad de Facebook, la cual no es en sí mala, sino bastante liosa y por defecto bastante inexistente, dejando todos nuestros datos al descubierto.
Veamos cuales son las malas prácticas más habituales en Facebook, como tratar de solucionar los problemas causados por las mismas, y a su vez, tratar de aprender cómo no agobiar a nuestros contactos.
Veamos cuales son las malas prácticas más habituales en Facebook, como tratar de solucionar los problemas causados por las mismas, y a su vez, tratar de aprender cómo no agobiar a nuestros contactos.
Etiquetado masivo en fotografías y publicaciones
¿Cuántas veces os han etiquetado en una fotografía junto con otro puñado de personas, las cuales seguramente no conocíais de nada, y para colmo ni siquiera aparecíais en la imagen? A mi bastantes. Se trata de una de las prácticas más molestas para los que tratamos de disfrutar día a día de Facebook: El etiquetado masivo en fotografías y todo tipo de publicaciones.
Esto no sólo hace que un gran porcentaje de los contactos afectados nos vean como puros SPAMeadores, sino que facilita que nuestro nombre aparezca junto con el del resto de personas y nuestro perfil esté disponible para todas ellas, con la consiguiente pérdida de privacidad si no la hemos configurado y no queremos dar determinados datos.
La solución es sencilla. Por parte del que tiene la mala costumbre de hacerlo, concienciarse para acabar con ello de forma tajante. Como eso puede que no suceda nunca, lo mejor es activar el aviso previo para etiquetado, que básicamente consiste en que cada vez que alguien nos etiquete nos llegue una notificación para aprobarla, o rechazarla. Fácil y sencillo.
Publicaciones constantes y aleatorias cada pocos minutos
Hay contactos de Facebook que parece que vienen directamente de Twitter. Me explico. Son todas aquellas personas que actualizan continuamente su status y publican continuamente todo tipo de información, como si de una carrera se tratase, simplemente por aburrimiento.
Es su Facebook, que escriban lo que quieran. No podría estar más de acuerdo con esta afirmación, pero el problema es que seguramente estén molestando a sus contactos, inundando su feed con todo tipo de mensajes cortos, fotografías y vídeos, y por tanto haciendo que la lectura diaria de su actualidad social sea un calvario.
La solución vuelve a ser sumamente sencilla. Marcar a nuestro amigo para que sus publicaciones no aparezcan en nuestro feed, con lo que dejaremos de ver las molestas notas que deja cada pocos minutos.
Agradecimiento de likes
Ésta entrada va dedicada a ese par de personas de mi cuenta de Facebook que, pese a ser grandes amigos, no paran de agradecer los likes o me gusta que reciben. ¿Es realmente necesario? Hay que ser educado, desde luego, pero estoy seguro de que cuando Mark Zuckerberg y su equipo diseñaros la red social no pensaron en que el propio autor del contenido estaría llenándolo de comentarios añadiendo un sinfín de gracias.
Esta práctica desemboca en el agotamiento de los contactos que han hecho like, y que seguramente estarán encantados de leer el agradecimiento del mismo, pero no los otros doscientos de otras personas. De nuevo, las consecuencias, son notificaciones constantes.
Solución: No vuelvas a dar Like para contenidos publicados por dichos contactos, o desactiva las notificaciones que se reciben cuando otras personas participan en el artículo.
Mensajes indeseados en nuestro muro a la vista de todos
En este aspecto, la culpa es casi totalmente nuestra. Uno de los problemas de Facebook es que las opciones de privacidad son por defecto muy abiertas. Esto propicia la interacción entre personas y lo que en la red social llaman la experiencia social: Cuanto más abierta sea nuestra privacidad, mejor será dicha experiencia. Y es cierto. Pero estoy seguro de que si tenemos a varios grupos de personas en Facebook, véase compañeros de trabajo, amigos, novios y novias, etc, no querremos que ciertos contenidos estén al alcance de todos.
Una simple fotografía de una noche de fiesta publicada en nuestro muro puede acabar con nuestro jefe mirándonos con otros ojos, o con nosotros mismos avergonzándonos por algo que nunca debió salir de nuestro círculo íntimo de amigos. La culpa es nuestra, por no controlar quien puede ver dichas publicaciones y quien no, y no del amigo que publicó el contenido.
La solución pasa por configurar minuciosamente las opciones de privacidad para ser avisados cada vez que alguien publica contenidos en nuestro muro (o timeline), desactivar directamente la publicación de contenidos, o cambiar el tipo de visualización para que sólo nosotros podamos ver dichos contenidos.
Invitaciones de aplicaciones y juegos
Tan malo como la publicación masiva de contenidos por parte de un contacto es que éstos nos bombardeen continuamente con invitaciones a las aplicaciones y juegos que ellos utilizan. Para los desarrolladores y dueños de las mismas este sistema es muy eficiente de cara a encontrar nuevos usuarios, y por tanto, hacer más dinero. Se trata de un sistema de promoción que se va extendiendo como si de una antigua cadena de email se tratase.
Afortunadamente Facebook ha mejorado mucho al respecto, y ahora ofrece un canal propio para avisarnos de este tipo de invitaciones. Sin embargo, estas siguen estando ahí. La solución pasa por rechazar una a una las aplicaciones y juegos y además especificar que no queremos volver a recibir invitaciones, siempre y cuando estemos seguros, por supuesto.
Fuente: Bitelia
Atentamente,
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