Microsoft sigue anunciando mejoras para su próximo sistema operativo
cliente y en esta ocasión toca el turno de los tiempos de arranque, que
por lo que anuncian será muy rápido al menos desde equipos en modo hibernación.
Para ello Windows 8 contará con uno modo de inicio rápido,
un híbrido entre el arranque en frío tradicional y la reanudación desde
hibernación con una variante fundamental respecto a Windows 7 y
sistemas anteriores. Éstos cierran tanto la sesión de usuario como la
del kernel mientras que Windows 8 hibernará la del kernel obteniendo una ventaja significativa en el proceso de arranque posterior.
De esta forma el tiempo de inicio se reducirá hasta en un 70 por ciento según las pruebas internas de Microsoft. También ayudará una nueva capacidad ‘multifase’ en Windows 8 capaz de aprovechar los núcleos de procesamiento en paralelo, dividiendo el trabajo de los mismos, unos leyendo el archivo de hibernación y otros descomprimiendo el contenido.
Muy interesante aunque habrá que apostar por el modo de hibernación tal y como recomienda Microsoft y no el apagado completo que realizan la mayoría de usuarios. También fundamental la implementación de UEFI por los respectivos fabricantes, la interfaz destinada a terminar con el reinado de BIOS,
el sistema básico de Entrada/Salida que proporciona la comunicación de
bajo nivel en el arranque de los equipos informáticos y que lleva en
nuestras computadoras desde tiempos inmemoriales, nada menos que 25 años.
Obviamente la llegada masiva de unidades de estado sólido como unidad
principal de almacenamiento al menos en ordenadores portátiles, también
incidirá en mejoras en el tiempo de arranque, un aspecto a mejorar en
Windows, retrasado respecto a otros sistemas como Linux.
Fuente: Muycomputer.com
Atentamente,
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