La fría estadística dice que Facebook tiene en estos momentos 500 millones de usuarios repartidos por buena parte del mundo, genera unos ingresos de 25.000 millones de dólares y que su creador, Mark Zuckerberg, de 26 años, tiene un patrimonio de 4.000 millones de dólares. Todos estos datos ilustran bien las repercusiones del fenómeno Facebook, una idea única en toda una generación, como asegura uno de los personajes del filme de David Fincher consagrado al tema, el fenómeno social más importante de los primeros diez años del siglo XXI. Pero La red social, la gran película estadounidense de lo que queda de este año, es bastante más que un biopic sobre Zuckerberg o el recuento sumarial de los hechos determinantes en la creación de la gran red social de nuestro tiempo.
Zuckerberg, nacido en 1984, de físico no demasiado similar al del actor que lo interpreta en el filme, Jesse Eisenberg (Una historia de Brooklyn, Adventureland, Bienvenidos a Zombieland), estudió en Harvard y fue allí, en las dependencias de tan ilustre universidad, donde empezó a parir sus revolucionarios programas informáticos. Desde el principio tuvo problemas, ya que fue acusado de hackear el sistema de internet de la propia universidad. En el 2004 creó Facebook y, tal como argumenta la película de Fincher, tuvo claro que aquello iba a ser una verdadera revolución y que iba a hacerse rico con ella. De momento, las dos cosas se han cumplido con creces.
EGOÍSTA Y DESVALIDO / La visión que da Fincher del personaje juega la carta de una cierta ambigüedad. El Zuckerberg del filme -el verdadero dice no sentirse reconocido en las imágenes- es antipático, egoísta y, asesorado, o mal asesorado, por el ambicioso Sean Parker (Justin Timberlake), un genio de las finanzas ligadas a la tecnología de internet, rompe con su mejor amigo y muestra su faceta más arribista. Pero, al mismo tiempo, Fincher lo presenta como un tipo encerrado en sí mismo, algo desvalido, un cerebro revolucionario que se siente incómodo en el mundo que vive.
La particular visión es del director de Seven y Zodiac, pero también del responsable del guión del filme, ni más ni menos que Aaron Sorkin, quien tras sentar cátedra en materia de televisión y cine centrado en los políticos estadounidenses (con la serie El ala oeste de la Casa Blanca y las películas El presidente y Miss Wade y La guerra de Charlie Wilson), se introduce aquí en los mecanismos y apogeo de las redes sociales.
Fincher y Sorkin han construido un artefacto narrativo muy hipnótico (y dialogado a la velocidad del sonido,una de las mejores cualidades del guionista), que se ramifica a partir de las sesiones sobre el pleito entablado por aquellos que se sintieron robados o traicionados por Zuckerberg. A partir de aquí, una historia dura, impúdica y veraz sobre uno de los grandes fenómenos de hoy.
En los estrenos de este fin de semana coinciden tres directores españoles de distinta singladura. Bigas Luna, que en Di Di Hollywood cuenta las peripecias dramáticas de una joven actriz española que triunfa en Estados Unidos, ha probado en varias ocasiones la aventura norteamericana, mientras que el debutante Luis Berdejo ha rodado La otra hija en inglés y con Kevin Costner al frente del reparto. Agustí Villaronga, cuyas atmósferas inquietas y perversas podrían haber sido equiparadas en sus inicios (Tras el cristal) con algunas películas de Bigas Luna, logra con Pa negre aunar algunas de sus obsesiones con un relato más o menos tradicional ambientado en el ámbito rural catalán de posguerra.
Di Di Hollywood sigue los pasos de Yo soy la Juani, aunque con un personaje distinto y sustituyendo a Verónica Echegui por Elsa Pataky. Pero la idea es la misma, mostrar cómo una chica del extrarradio intenta por todos los medios salirse de su mundo monocorde y sórdido para triunfar como artista. El personaje de Pataky sufre en sus carnes todos los reveses esperados y mostrados tantas veces por el propio cine. El éxito y el triunfo tienen un precio y Bigas Luna indaga sobre las posibibilidades de salir indemne de la empresa. Berdejo es menos ambicioso y se limita a filmar un relato de terror, con casa solitaria, amenazas externas y problemas entre un padre divorciado y su hija adolescente, basado en un texto del escritor John Connolly. Convencer a Costner para que interpretara al padre quizá fue más fácil que darle una cierta entidad a esta historia en tierra de nadie.
'PA NEGRE' / Pa negre está más equilibrada entre sus pretensiones y sus logros. Muy bien interpretada (Nora Navas, que da vida a la madre del pequeño protagonista, ganó el premio a la mejor actriz en San Sebastián), trabaja los elementos del drama de posguerra, con la imposibilidad de la reconciliación como tema, con pinceladas sobre la sexualidad tan propias del cine de Villaronga.
Fuente: www.elperiodico.com
Atentamente,
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